The Giver

Con esta sección no pretendo ser un crítico de cine, pero sí quiero darles una recomendación junto a una pequeña reseña de una película que me gustó mucho. La forma en que se desarrolla este filme lo encuentro genial, no quiero dar muchos detalles para no arruinarle la sorpresa a nadie.

The Giver (El Dador en español) es una película dirigida por Phillip Noyce, y adaptada del libro de Lois Lowry. Este film está ambientado en un mundo perfecto. En este mundo, los jóvenes cuando tienen la edad suficiente, se les asigna una profesión, en el caso de Jonas, el protagonista, se le encomienda ser el receptor de las memorias. 

El primer paso que Jonas da como receptor de las memorias, lo hace con el señor de la imagen de arriba. Este señor es el encargado de enseñarle cosas sobre el mundo a nuestro protagonista, cuando la vean entenderán el por qué, pero sin dar más detalles sobre la película les dejo el trailer.

¿Somos más tolerantes?

Para comenzar a hablar sobre algún tema, me gusta dar un breve definición de ese tema, y aquí vamos:

La tolerancia, del latín tolerare (sostener, soportar), define el grado de aceptación frente a un elemento contrario a una regla moral.

Ahora que ya tenemos una idea de lo que es tolerancia, lo cual, no significaba que no supiéramos lo que era, sin embargo, a veces, nos olvidamos de este tipo de cosas y nos ponemos a hablar mal de la gente es sus caras como si nosotros fuésemos la ley, jajaja.

Como humanos podemos estar equivocados, no somos perfectos. Pero siempre debemos tratar al otro con respeto, por más tonto o inteligente, rico o pobre, si robo o no; entre otras cosas. Todos merecemos respeto, sin embargo hay practicas que hace la gente que ya no se toleran, y un ejemplo claro de eso fue esa vez que un ladrón le robó, si no me equivoco, la cartera a una abuelita y lo siguiente que pasó estuvo en boca de todos los diarios, noticiarios, en boca de todos, pero ¿qué fue lo que pasó? Los propios ciudadanos hicieron justicia con sus propias manos. 


Fue un triste episodio para el ladrón, pero ¿una batalla ganada para la justicia?. Actos como los que se acaban de mencionar ya no se permiten, se repudian al instante y se quiere resolver tal situación lo antes posible y de paso, darle una lección a la persona que lo hace. 

Aparentemente, con esa humillación, es casi una rehabilitación para que esa persona ya no lo haga más, sin embargo uno nunca sabe lo que esa persona tiene adentro.

A nosotros como país aún nos falta mucho por aprender. Nuestra tolerancia ha aumentado para aceptar al que es diferente, pero debemos decir que ha disminuido para la desigualdad social y la injusticia.